- La XXVI Cumbre Mundial por el Clima, comienza el día 1 de noviembre en Glasgow. El encuentro debe pasar de las declaraciones vacías a decisiones reales y urgentes. El futuro del planeta está en juego.
- Los acuerdos firmados en París en 2015 no han llegado a cumplirse. Con los compromisos actuales de reducción de emisiones nos encaminamos a un mundo de con tres grados más de temperatura.
- Las emisiones de los países ricos son tres veces mayores que las de los países del llamado Sur global. El impacto sobre la vida de millones de personas es inmenso; el año pasado, 55 millones se vieron obligadas a abandonar sus hogares a consecuencia del cambio climático.
- España puede hacer más y mejor. Desde ampliar sus compromisos de reducción de emisiones, hasta apoyar financieramente a los países vulnerables, proteger ecosistemas amenazados o reducir las emisiones que generan nuestras importaciones.
Él poder de las personas
El papel de la ciudadanía en la defensa del medio ambiente y la justicia global es clave. En distintos lugares del planeta hace mucho tiempo que las personas protegen los entornos. Jóvenes de todo el planeta han liderado las movilizaciones que han denunciado la inacción de los gobiernos. Los pueblos indígenas, que son el 5% de la población mundial y preservan el 80% de la biodiversidad mundial, sufren hostigamientos contantes e incluso asesinatos por proteger sus territorios.
La llamada educación para la ciudadanía global hace un trabajo constante de abono para explicar las consecuencias que el cambio climático tiene sobre la vida de las personas en cualquier lugar del mundo. Y en 39 países avanzan los litigios climáticos, algunos de ellos con resultados favorables, como la reciente sentencia en Francia. En España, varias organizaciones hemos impulsado el Juicio por el Clima para exigir al Gobierno que cumpla sus compromisos.
Fuente: Coordinadora de ONGD de España