- Tras una década perdida para la política pública de cooperación, el incremento de fondos es positivo, aunque aún no alcanza los compromisos asumidos
- Urge acelerar el paso para dar respuesta a los múltiples y complejos retos que enfrentamos como humanidad. A este paso, tardaríamos nueve años en alcanzar el 0,5% que es compromiso asumido por el Gobierno para el final de la legislatura.
- Preocupa especialmente la ayuda humanitaria que, con apenas 27 millones de euros, es insuficiente en un contexto en el que 41 millones de personas están al borde de la hambruna.
- El fortalecimiento de la AECID, el apoyo a terceros países en la compra de vacunas y el incremento de fondos destinados a ONGD, gestos importantes a las puertas de la reforma del sistema de cooperación.
Avanzando, aunque no con la rapidez exigible. Así podríamos resumir el resultado del análisis sobre los fondos de cooperación para los presupuestos generales del Estado 2022. Si se ejecutan en su totalidad, España destinará un 0,28% de su Renta Nacional Bruta para cooperación. Este porcentaje es insuficiente para acercarse al compromiso de legislatura, situado en el 0,5%, y, por supuesto al 0,7% en el plazo establecido por la Agenda 2030.
Las luces de los presupuestos vienen de la mano de la apuesta por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID). Por primera vez, desde 2011, la AECID cobra un mayor protagonismo: recibe 134 millones más hasta alcanzar los 491. De este modo, gestionará el 12,4% de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), frente al 9,2% en 2021. Este es un gesto importante en pleno proceso de reforma del sistema de cooperación y abre las puertas a fortalecer el rol de esta institución que debería gestionar, al menos, el 20% de la AOD.
También es destacable la apuesta por apoyar a terceros países en la compra de vacunas. Para esta línea de trabajo se destinan 293 millones de euros; en coherencia con el Plan de Acceso Universal. Esta decisión es positiva, aunque debe venir acompañada de transparencia en su gestión. Es necesario conocer el contenido del programa y asegurar que los fondos se destinan a fortalecer la salud pública, garantizar la equidad en el acceso y la entrega en plazo.
Se mantiene el esfuerzo multilateral de los presupuestos del año pasado -que está en máximos históricos en 1.780 millones. Se observa un ligero descenso (-1%), vinculado al PIB, en la partida destinada a la UE.
Las ONGD, que han llegado a recibir la mitad de fondos que hace diez años, gestionarán 53 millones más a través de la AECID. Esta decisión, cambia la tendencia de los últimos años marcada por partidas insuficientes y financiación que venía principalmente del apoyo ciudadano a través de la declaración de la renta.
Fuente: Coordinadora de ONGD de España