En ocasiones, lo que se calla es mucho más sonoro que lo que se dice. Esto es precisamente lo que ha ocurrido con la ayuda al desarrollo en el acuerdo presupuestario firmado la semana pasada entre el Gobierno y el grupo parlamentario de Ahora Podemos. De las cincuenta páginas dedicadas a asuntos tan diversos (y necesarios) como la subida del salario mínimo, la inversión en investigación, la introducción de nuevos impuestos, el apoyo a la cultura, la modificación de la Ley Mordaza o el impulso a las energías renovables, no ha habido ni una sola palabra para redefinir el papel de España en el mundo. Incluso los juegos de azar y las apuestas en línea merecen capítulo propio, pero no así la cooperación, una política agresivamente castigada que ha visto disminuir su presupuesto un 73% en la última década…
Artículo de Por Gonzalo Fanjul, Carlos Mataix, José Moisés Martín, Iliana Olivié, José María Vera y Rafael Vilasanjuán
Fuente: El Pais